FIESTAS CELEBRADAS EN ENERO
La primera fiesta de inicio de año es el primero de enero :
SANTA MARIA MADRE DE DIOS
La solemnidad de SANTA MARIA -MADRE DE DIOS-, celebrada cada 1 de enero, hace referencia a MARIA ,como MADRE DE JESUS Y QUE EL ES DIOS ., entonces MARIA MADRE DE DIOS . La cita biblica de Lucas 1, 42-43, donde la VIRGEN MARIA visita a su prima Isabel afirma : " y dijo alzando la voz : BENDITA TU ENTRE LAS MUJERES Y BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE , y como es que LA MADRE DE MI SEÑOR viene a mi ?". Isabel movida por el ESPIRITU SANTO exclama : MADRE DE MI SEÑOR , como LA MADRE DE DIOS.
En la pagina web aciprensa.com se afirma que la VIRGEN MARIA al responder ante la visita del ANGEL GABRIEL de esta forma :"HE AQUI LA SIERVA DEL SEÑOR , HAGASE EN MI SEGUN TU PALABRA ", SANTA MARIA respondio firme y amorosa al PLAN DE DIOS , gracias a su entrega generosa , DIOS MISMO se pudo encarnar para traer la reconciliacion , que libra de las heridas del pecado.
MARIA , MADRE DE TODOS , es quien intercede y como MADRE DE DIOS ayuda a los creyentes a tener FE en las obras de JESUCRISTO , creador del Universo.
LA EPIFANIA DEL SEÑOR
6 DE ENERO
EPIFANIA : QUIERE DECIR LA MANIFESTACION DEL SEÑOR A TODOS LOS PUEBLOS
mateo 2 , 10- 12
al ver la estrella experimentaron una inmensa alegria . entraron en la casa y vieron al niño con MARIA, SU MADRE, se pusieron de rodillas y lo adoraron , abrieron sus tesoros , y le ofrecieron sus regalos : oro , incienso y mirra . Luego regresaron a su pais por otro camino , pues , les habian dicho en sueños que no volvieran donde estaba Herodes.
PALABRA DEL SEÑOR
LA EPIFANIA DEL SEÑOR
6 DE ENERO
SIGNIFICADO DEL ORO, INCIENSO Y MIRRA
SEGUN SAN GREGORIO MAGNO
A las 12:03 AM, por Guillermo Juan Morado
Categorías : General
Los Magos, al ver a Jesús con María, su madre, “cayendo de rodillas, lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra” (Mt 2,11). Los Magos son los segundos destinatarios de la revelación del nacimiento de Cristo.
Los primeros son los pastores, que representan a los apóstoles y a los creyentes del pueblo judío. Luego, los Magos, que prefiguran la plenitud de las naciones; es decir, a las gentes que vienen a Cristo desde lejos. Finalmente, los justos, los que más anhelaban su venida. A estos últimos se dio a conocer Jesús en el Templo.
¿Cuál es el sentido de estos regalos: el oro, el incienso y la mirra? El oro es un símbolo de la realeza. Jesús es el Rey, pero no es un rey como los reyes de la tierra. Santo Tomás, citando a San Juan Crisóstomo, comenta que “si los Magos hubieran venido en busca de un rey terrenal, hubieran quedado confusos por haber acometido sin causa el trabajo de un camino tan largo”.
Jesús es un Rey celestial. Su reino no es de este mundo (cf Jn 18,36). La realeza de Cristo se ejerce “atrayendo a sí a todos los hombres por su muerte y su resurrección” (Catecismo 786). Su dominio real se traduce en servicio, en entrega, en dedicación a los otros, especialmente a los pobres y a los que sufren.
El incienso nos remite a la divinidad. Jesús no es sólo un hombre; es el Hijo de Dios hecho hombre. Los Magos “veían a un hombre, pero reconocían a Dios”, escribe el Pseudo-Crisóstomo. No se escandalizan de su pequeñez, de su debilidad, de su limitación. Ven en el Niño a Dios.
La mirra se empleaba para embalsamar a los cadáveres. Jesús “había de morir por la salvación de todos”, comenta San Agustín. Se trata, pues, de un signo de la humanidad del Señor, que no dudó en compartir nuestra condición humilde y abocada a la muerte.
San Gregorio Magno encuentra nuevos significados para estos tres presentes. El oro, dice, es la sabiduría; el incienso, es la virtud de la oración; la mirra, la mortificación de la carne: “Ofreceremos, pues, oro a este nuevo Rey, si resplandecemos delante de él con la luz de la sabiduría; el incienso, si por medio de la oración con nuestras oraciones exhalamos en su presencia olor fragante; y mirra si con la abstinencia mortificamos los apetitos de la sensualidad”.
Todas nuestras ofrendas no tendrían valor si Cristo no hubiese convertido su vida en sacrificio “de olor agradable” (Ef 5,2). Todos nosotros, los cristianos, estamos ungidos, con el santo crisma, por una mezcla de perfumes de gran precio. Estamos llamados a exhalar el buen olor de Cristo (cf 2 Co 2,15).
Que cada uno de nosotros, como los Magos, ofrezca al Señor regalos conformes con su dignidad: la sensatez de reconocerlo como Dios, de adorarlo como merece y de ofrecerle la sujeción de las pasiones que nos confunden.
En el oro, el incienso y la mirra “se manifiesta, se inmola y se da en comida” Jesucristo. Él llega; en su mano “tiene el reino, y la potestad y el imperio”.
Guillermo Juan Morado.
BIBLIOGRAFIA
TEXTO CONOZCAMOS NUESTRA IGLESIA
FUENTE : PERIODICO BUENA NUEVA DE LA ARQUIDIOCESIS DE BUCARAMANGA.
SIGNIFICADO DEL INCIENSO, ORO Y MIRRA SEGUN SAN GREGORIO MAGNO
PAGINA LA PUERTA DE DAMASCO del PADRE Guillermo Juan Morado.
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